Texto, registro y diseño, 2023
Colaboración con Taller del Norte (Arica)

"A través de ejercicios de ensayo/error, se proyectan habitaciones a partir de marcos de hormigón armado que comúnmente se usan para hacer colectores y canalizaciones de alcantarillado bajo tierra o bajo puentes. Los "cajones" como se les llama coloquialmente, son estructuras autoportantes de sección rectangular hueca, de varias dimensiones y aparte del esqueleto de fierro se componen del material más presente en la zona: áridos. Para conectarse entre ellos, tienen juntas machihembradas que se comportan como juntas de dilatación ante movimientos dinámicos y a pesar de su gran peso se instalan con facilidad con un camión pluma(...)
Sobre terreno de cultivo y una capa de tierra estabilizadora nivelada y compactada, sólo una película de polietileno separa las obras de la tierra. El módulo, autónomo o agrupado, proporciona una base sólida, resistente a la intemperie, corrosión y salinidad ambiental. Al igual que la instalación de Donald Judd a campo abierto en Marfa, los cuerpos simplemente se posan en el piso, planteándose como una fundación vista en sí misma. En sintonía con su condición pesante y pétrea, el proyecto se asienta sobre la tierra como si de allí naciera.
A diferencia del original, ahora el hormigón tiene un aspecto rojizo que se logró al agregar pigmentos en polvo a la mezcla, técnica permite teñir la estructura sin necesidad de pintarla. Y es que en la zona la pintura se comporta mal, o dicho en argot popular "se sopla" con tal facilidad que no es raro pintar y enmascarar un edificio dos veces en un mismo año. Además de requerir nula mantención, la pigmentación del cuerpo contribuiría a fundir el volumen con el cerro, efecto que la horizontalidad del volumen y la expresión del objeto posado también refuerza. Al mismo tiempo que la arquitectura se acopla al paisaje de fondo, los tonos que van desde el amarillo al morado alejan el prefabricado del imaginario citadino, gris e industrial del cemento común abriendo paso a otros universos tan primitivos como futuristas que flotan entre el arquetipo de la cueva, el alero rocoso de Taira, fotogramas de Star Wars y la arquitectura moderna de la Escuela de Porto.
Los muros y la cubierta presentan vanos con la forma de moldes de otros prefabricados que se eligen según la intención de la apertura. Las perforaciones pueden permanecer abiertas, cerrarse con vidrio y celosías o se combinan con un accesorio modular que calce. Cámaras de inspección hidráulica, partes de tuberías de gran escala para la conducción de fluidos o maceteros de plaza, son ahora dispositivos que resuelven flujos de aire y regulan la intensidad de luz mediante aperturas ajustables, mecanismo propio de la cultura constructiva local. Otra herencia de la arquitectura tradicional del norte del país y regiones próximas de Perú donde hay constantes corrientes de viento con tierra, es el techo plano con claraboyas prominentes. Dicho elemento ilumina de forma indirecta los espacios y resuelve el confort térmico al liberar por la cubierta el aire caliente que asciende.
La geometría y el material que uno percibe desde afuera se condice con la experiencia al interior gracias a las propiedades térmicas del hormigón que permiten prescindir de revestimientos y aislación de muros y cielo. Exacerban la solidez de la obra gruesa la fragilidad de celosías de fibras vegetales de totora o cañas locales, la transparencia y el movimiento de mallas que tamizan la luz. Todos los cierros son mamparas corredizas en perfiles de fierro negro. Las divisiones interiores son de loseta prefabricada pigmentada con la misma técnica que la envolvente. A diferencia del módulo de alcantarillado cuyas aristas tienen ochavos, la habitación presenta ángulos rectos en un intento por ganar la superficie perdida en el encuentro piso/muro. Entre módulos, la obra se sella juntas flexibles de goma como junta de dilatación y terminación con perfil metálico. In situ, el cajón admite perforaciones menores en caso que sean necesarias, en tanto que las superficies se intervienen mediante desbastes, nivelación, pulido y vitrificado.
Aquí la comunicación con especialistas y clientes es mediante intervenciones 1:1, maquetas con materiales de construcción como bloques, adoquines, malla y alambre, croquis y planos constructivos. El trabajo de escritorio se reduce al mínimo, cuestión que se condice con el hecho que el arquitecto insista en referirse a su práctica como un taller envés de oficina o estudio. Con su propuesta de vivienda modular prefabricada, Atelier del Norte presenta enérgicamente una metodología de trabajo en obra al punto que prácticamente vive en ella: el prototipo es al mismo tiempo una casa sencilla, una sala piloto y una instalación de faenas. “Una casa acabada es una ruina” dijo una vez Eduardo Souto da Moura, y en sintonía con esa idea es que en el laboratorio no hay una trayectoria lineal predeterminada, sino que las decisiones se toman en la medida que las necesidades se expresen. Cortinas, equipamiento o mobiliario en general, cierros secundarios, manillas o guardapolvos son ítems que aún no aparecen, dejando abierta la posibilidad de que nunca lleguen sin por eso mermar la habitabilidad del proyecto, a la vez que refuerzan su carácter austero."
Extracto de reseña "El desierto y el cajón" publicada en Beat Revista nº14














